viernes, 1 de octubre de 2010

siesta

Hace un par de dias que en casa notamos una disminución en la siesta del menor (y sufrimos lo que eso significa...). Para refrescar un poco el tema, ver si estamos en la etapa en que esto es normal o ante algún tipo de problema (menor, por supuesto), anoche me puse a releer el capítulo correspondiente en el San Duérmete Niño. 
Polémicas por el método al margen (si nos habrá dado horas de conversación a las madres de los sesenta y dos!!), resumo acá lo que me parece interesante tener presente:

 - Los pequeños suelen desarrollar una actividad frenética. Y hay que tomarse su ímpetu en serio, ya que gracias a esa curiosidad y a ese no parar se desarrollan física, intelectual y emocionalmente a un ritmo al que no lo volverán a hacer en la vida. Para que esta evolución se realice en las emjores condiciones posibles necesitan una gran cantidad de energía que básicamente obtienen mediante una alimentación equilibrada y un buen descanso. 
- No basta con que duerman bien de noche, también necesitan de un alto en el camino durante el dia para poder recargar las pilas. 
- Durante los tres primeros meses: no se puede hablar de siesta, porque los recién nacidos no distinguen entre el dia y la noche y su estado natural es el de reposo independientemente de la hora.


- De los cuatro a los seis meses: duermen después de cada comida, pero la siesta más larga es la que hacen después del mediodía.

- Entre los seis y los dieciocho meses: a partir de los 6 meses tienen un ritmo de vigilia-sueño bien estructurado y realizan cuatro comidas. Duermen una pequeña siesta después del desayuno, que desaparece alrededor de los 15 meses; una larga, de hasta tres horas después del almuerzo; otra pequeña luego de la merienda, que es la primera que se pierde. 
- De los dieciocho meses a los cinco años: duermen una sola siesta, de unas tres horas. 

-Cómo saber si durmieron suficiente siesta: hay que observar cómo se encuentra al levantarse. Si no se los ve inquietos, están contentos, pueden quedarse solos un rato y esperar a la próxima comida de buen humor, es que durmieron bien. Por el contrario, si están inquietos, de mal humor, quejosos, necesitan más sueño. 

De lo que no dice absolutamente nada este libro, es de la cantidad de horas de siesta que estamos necesitando nosotras a esta altura....

3 comentarios:

  1. Ni de cómo lograr que se duerman cuando estamos en esa etapa en que tienen firmes convicciones personales (keyword: firmes) y aun la penitencia no les hace ni fu ni fa....ommm...

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  2. penitencia? acá estamos en la etapa en que esa palabra provoca el gestito tipo " y qué?"...

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