sábado, 23 de octubre de 2010

una noche en el museo

 El tema de los muebles y los cuartos de nuestros chicos nos dio y seguirá dando muchas horas de charla, búsqueda de ideas, consulta de opiniones, intercambio de fotos y demás entre las madres. Empezamos durante nuestros embarazos consultándonos entre todas si comprábamos miosés, cuna funcional o practicuna, y ahora varias estamos con el tema del paso de la cuna a la cama. Tan amplio es este tema que hace un tiempito que tengo un par de posts en borrador al respecto. 

Pero en estos dias me encontré con algo que me pareció que merecía ser visto y comentado con ustedes, mamás de bebés...

Todas nos entusiasmamos muchísimo a la hora de pensar y concretar el cuarto del bebé, y creo que todas queremos que queden bien en evidencia nuestro gusto y nuestra onda en ese ambiente, o no? Y las que me conocen y saben a qué me dedico, qué me gusta, qué hago en mi tiempo libre...podrían suponer que si quiero imprimirle mi onda a un cuarto podría salir algo así:




No solo que nada más lejos, sino que además me pareció un poco .... no sé cómo expresarlo. Cuestión de gustos.

El objetivo de las autoras de este cuarto, muy respetable por supuesto,  es recibir al bebé contándole la historia de su familia a través de esos muebles y objetos históricos, pero será necesario tanto ??


Qué les parece ?

martes, 19 de octubre de 2010

preguntas (...respuestas?)

Ya sabemos que los chicos apenas empiezan a hablar,  empiezan a preguntar. Y los expertos recomiendan que tenemos que responderles siempre, adecuando la respuesta a la capacidad de comprenderla que tienen según la edad.

Las primeras preguntas son bastante elementales y sencillas de responder: cómo se llama tal cosa, de qué color es esto, cómo hace la vaca ...

Con el crecimiento y el desarrollo de los chicos, las preguntas se van complejizando hasta llegar al punto en que no sabemos qué ni cómo responder.





Y acá se me ocurren algunos ejemplos de las que últimamente me estuvo haciendo mi hijo mayor:

- "Yo ya sé lo de la célula y todo eso, pero no entiendo algo: por qué con esa célula yo me formé persona y no hipopótamo o mosquito?"

- "Qué quiere decir política?"

- "Si los dinosaurios existían cuando todavía no existían las personas, cómo puede ser que tengan nombre?"

- "Arriba del cielo qué hay?"

- "Cómo puede ser que antes de que existiera todo el universo no había nada?"

Como todos los padres, a veces no encuentro la manera de responderle. Y si le digo que hay muchas cosas que la mente humana no tiene la capacidad de entender del todo, el nene es muy práctico: "Entonces lo voy a consultar en Google ".

sábado, 16 de octubre de 2010

feliz dia, chicas !!!

cualquier cosa que escriba me va a parecer cursi, así que les dejo a todas un regalito musical
... y a seguir disfrutando de la maternidad cada dia más !!!

martes, 12 de octubre de 2010

piojos y piojitos

 Muchos de nuestros chicos, chiquitos ellos, hace varios meses que van al jardín maternal. Personalmente, creo que es una experiencia muy valiosa y le encuentro muchísimas ventajas al hecho de que asistan (ya habrá algún post sobre esto).
Pero era difícil que el jardín no tuviera algún aspecto negativo. Y el que encontré hasta ahora (el único, por suerte) es nada más y nada menos que los piojos. Sí, el chiquito se rascó la cabeza, lo revisamos, y encontramos esto:



La famosa "liendre", que mide menos de un milímetro de largo y bastante menos de ancho, pero se ve. De esta cosita aparentemente diminuta e inofensiva, en unos dias sale esto otro:




Así de repugnante, así de asqueroso, el famoso piojo. Semejante porquería anda por el pelo de nuestros chicos.

Lamentablemente, es bastante difícil zafar. Hay piojos en todos los colegios y jardines, de todas las ciudades y de todos los rangos de cuotas.

A los chiquitos del jardín maternal no se recomienda tratarlos con los pediculicidas comunes, así que no queda otra que lavar el pelo, humedecerlo con vinagre y pasar el peine fino (los de plástico, porque los de metal tienen dientes muy gruesos para el pelo tan finito de los bebés y no resulta eficaz) con mucha luz y paciencia. Hay que lavar la ropa y las sábanas con agua bien caliente y durante un rato largo para eliminar las liendres y piojos que suelen quedar por ahí. 
A los de más de tres años, se los puede tratar con los shampúes y lociones conocidas, pasando también el peine fino de metal (en este caso el de plástico se dobla y deja de ser útil) durante largas sesiones. Pero no es una garantía: en cuanto una madre de la sala o el grado no se haya tomado el mismo trabajo, a la hora de salir del jardín o la escuela, los chicos van a tener piojos otra vez. 

Y qué pasa con los padres? Los hombres adultos, por las características de su pelo y su cuero cabelludo, es muy poco probable que se contagien. Nosotras en cambio, lo haremos casi con un cien por cien de seguridad. Podemos usar el mismo tratamiento que los chicos, aunque hay quienes dicen que en estos casos, el corte y la tintura son la solución definitiva. De modo que no harán falta explicaciones si las que me conocen naturalmente así  



un dia de estos me encuentran así: 
                                                             



viernes, 1 de octubre de 2010

siesta

Hace un par de dias que en casa notamos una disminución en la siesta del menor (y sufrimos lo que eso significa...). Para refrescar un poco el tema, ver si estamos en la etapa en que esto es normal o ante algún tipo de problema (menor, por supuesto), anoche me puse a releer el capítulo correspondiente en el San Duérmete Niño. 
Polémicas por el método al margen (si nos habrá dado horas de conversación a las madres de los sesenta y dos!!), resumo acá lo que me parece interesante tener presente:

 - Los pequeños suelen desarrollar una actividad frenética. Y hay que tomarse su ímpetu en serio, ya que gracias a esa curiosidad y a ese no parar se desarrollan física, intelectual y emocionalmente a un ritmo al que no lo volverán a hacer en la vida. Para que esta evolución se realice en las emjores condiciones posibles necesitan una gran cantidad de energía que básicamente obtienen mediante una alimentación equilibrada y un buen descanso. 
- No basta con que duerman bien de noche, también necesitan de un alto en el camino durante el dia para poder recargar las pilas. 
- Durante los tres primeros meses: no se puede hablar de siesta, porque los recién nacidos no distinguen entre el dia y la noche y su estado natural es el de reposo independientemente de la hora.


- De los cuatro a los seis meses: duermen después de cada comida, pero la siesta más larga es la que hacen después del mediodía.

- Entre los seis y los dieciocho meses: a partir de los 6 meses tienen un ritmo de vigilia-sueño bien estructurado y realizan cuatro comidas. Duermen una pequeña siesta después del desayuno, que desaparece alrededor de los 15 meses; una larga, de hasta tres horas después del almuerzo; otra pequeña luego de la merienda, que es la primera que se pierde. 
- De los dieciocho meses a los cinco años: duermen una sola siesta, de unas tres horas. 

-Cómo saber si durmieron suficiente siesta: hay que observar cómo se encuentra al levantarse. Si no se los ve inquietos, están contentos, pueden quedarse solos un rato y esperar a la próxima comida de buen humor, es que durmieron bien. Por el contrario, si están inquietos, de mal humor, quejosos, necesitan más sueño. 

De lo que no dice absolutamente nada este libro, es de la cantidad de horas de siesta que estamos necesitando nosotras a esta altura....